Este procedimiento se puede hacer después de los 7 a 9 años donde las orejas ya han alcanzado el tamaño máximo, tiempo en el cual también las personas siendo niños suelen ser objeto de burla y son conscientes de su aspecto físico. Su fin es lograr una armonía entre las orejas y el rostro.
Se realizan incisiones por detrás de las orejas donde se aborda el cartílago y se hacen las correcciones necesarias, ya sea resecando o aumentando los pliegues, y en el lóbulo en su inserción en caso de que haya alguna alteración a este nivel (lóbulos grandes o adheridos), quedando las cicatrices camufladas. En caso de que se desee disminuir el tamaño será una resección en cuña quedando la cicatriz mas evidente (una línea) pero cuyo aspecto se logra mejorar con cremas cicatrizantes y laminas de silicona.